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REVISTA DE EDUCACIÓN. CHILE

Pedagogía

 

REDUCAMUNDO

Revista Internacional de Educación. Perú

 
Entrevista a María Antonieta Mendoza, Académica, Investigadora Educacional e Impulsora de la Cruzada por la Paz.  
Entrevistador: Marcelo Castillo Duvauchelle, Profesor
 
Santiago de Chile, 2023

MCD: Nosotros vivimos una pandemia planetaria. A estas alturas afortunadamente ya retornamos a la presencialidad y por tanto a una vida más o menos normal, pero con problemas que se han agudizado, por ejemplo la violencia escolar … en este sentido, desde tu perspectiva ¿Cómo ves tú el momento actual?

MAM: La violencia ha existido siempre, y en las escuelas a nivel de bullying, entre otras manifestaciones de esta índole. La pandemia vino a profundizar el problema. Aquí hay una sociedad y una educación que no se ha preocupado por el trato a las personas en su infancia y en su adolescencia, ha faltado una mirada muchísimo más integral del ser humano, de su formación y de cómo establecer una relación más cercana entre la escuela y la familia.

Aunque cada comunidad educativa tiene su propio programa, en términos generales yo visualizo que la educación siempre tiene que estar al servicio de la sociedad en la cual se está viviendo. Tanto los organismos internacionales como los Ministerios de Educación, a través del tiempo han entregado normas, principios, objetivos y orientaciones pedagógicas, en fin, pero todo va a depender de la pertinencia del currículum, de cómo trabajan los grupos humanos adultos con las nuevas generaciones, está lo que ocurre en el aula y la gran diferencia que existe entre el currículum explícito y el currículum oculto. En general yo diría que la excelencia académica se ha logrado cuando hay una buena enseñanza de lo que está explícito en los planes de estudio, aquello a lo que cada educador o educadora puede y debe atenerse, pero cuando vamos al nivel socio emocional, al problema de cada persona, recién ahí se visualiza lo que realmente ocurre al interior del aula y al interior de los seres.

MCD: Para ello el profesorado requiere contar con herramientas que obviamente van más allá de entregar conocimientos

MAM: Claro, la capacitación del profesorado es fundamental, hay una gran deficiencia en eso, la verdad es que no se le entregan tales herramientas, porque el foco se pone en la exigencia académica. En algún momento yo trabajé con escuelas asociadas de la UNESCO, donde de pronto se focalizaban algunas escuelas por no cumplir con las exigencias académicas; pero en un sentido más integral, es una situación muy compleja focalizar la educación sin tomar en cuenta la realidad centrada en la gran diversidad cultural de las personas a quienes se educa. Por otro lado, también es difícil trabajar con un currículo más personalizado porque depende mucho del número de estudiantes que están dentro de la escuela y el aula. La pandemia puso en evidencia el problema formativo del profesorado, que no tenía la preparación suficiente para hacer clases de manera remota, sin el nexo humano de la presencialidad. También hay otros factores que muchas veces son externos al aula, y que dependen del vínculo que exista entre el grupo docente y directivo con la familia, especialmente en familias que no contaban con el apoyo tecnológico para asumir esa realidad. Yo diría que la finalidad fundamental es la formación integral de los seres humanos que están en el aula, eso es para mí lo central.

MCD: A la luz de lo que dices, podemos inferir que hay una relación entre el foco academicista y violencia escolar, donde además está la tendencia a centrar el problema en la salud mental y no verlo de manera estructural.

MAM: Hay un problema estructural y también curricular. Lo que pasa es que el problema de la enfermedad mental es producto de lo mismo. Si lo vemos desde la familia y el período de pandemia, no estaba acostumbrada a estar con sus hijos, sus hijas al interior del hogar en forma tan permanente, no sabían cómo manejarse con el tema educativo. Entonces, sin duda que todo eso contribuyó para que aumentara la enfermedad mental, tanto en la infancia, la adolescencia, como en la edad adulta, así las cosas, se han visto involucrados los distintos actores y por lo mismo es un problema estructural, que además es global, pues ocurre prácticamente en todos los países.

A lo anterior agregar que con frecuencia existe poca o nula articulación entre los niveles educativos y por otro lado, en muchas escuelas es poco fluida la relación entre el estamento directivo y el cuerpo docente. A veces el cuerpo docente tiene una línea, el cuerpo directivo tiene otra.

En cuanto a la gestión escolar, en la escuela generalmente hay un psicólogo, un psicopedagogo y ¿de qué sirve? Hay niños, niñas y jóvenes que están con tratamiento psiquiátrico o con atención psicológica, y el escaso número de profesionales de apoyo en la escuela no pueden solucionar todo, aquí es donde se hace importante el rol docente y el nexo con la familia.

MCD: ¿Y cómo incorporamos estas cosas en el currículo escolar?

MAM: En el currículo es clave el concepto de interdisciplina, donde tiene que haber mayor reflexión y transversalidad entre las distintas disciplinas para canalizarlas hacia la formación del ser humano. En el desarrollo de la persona se tienen que considerar todas las áreas.

En segundo lugar, hay que terminar con los estatus de la disciplina, no poner a unas sobre otras. Todas son importantes dentro de la escuela, no puede ser que las artes sean para subir el promedio, no, las artes tienen que ser un complemento fundamental para el desarrollo humano, por lo tanto, el trabajo interdisciplinario del profesorado es vital. También es importante el trabajo en equipo, entre profesores, profesoras y asistentes de la educación.

Una tercera instancia esencial es la familia, me parece que en muchas escuelas se ignora lo que significa la alianza familia escuela, porque la escuela necesita apoyo de la familia y la familia necesita sentirse apoyada por la escuela, sin duda, hay múltiples formas como la familia puede participar. A través de proyectos o micro proyectos, hay propuestas que se pueden realizar en cada escuela para hacer que el trabajo sea mancomunado. Por supuesto, sin que la familia tenga que intervenir en lo pedagógico, porque no se trata de confundir los roles, por el contrario, hay que establecer bien los roles. Cuál es la participación de cada uno en la escuela, promover que sea activa, proyectiva, de apoyo mutuo y no de separación, esa es mi mirada, tener una mayor articulación para incidir en la formación del niño y la niña, terminar con eso de estar cada cual por su lado.

MCD: ¿Por qué pareciera ser que el currículo escolar está lejos de la educación integral?

MAM: Al currículo escolar le falta más comprensión del proceso evolutivo de los seres humanos, que en la etapa inicial el niño es absolutamente distinto al que viene después, de una etapa a otra y entre niveles, hay una gran desarticulación. Nuestras niñas y niños necesitan oportunidades para conocerse, aceptarse, para desarrollar un ser poquito más solidario, armónico, más colaborativo, claro que para todo eso hay que hacérselo vivir. En este desafío, es aunar el trabajo que hace el o la docente con lo que hace la familia.

Esto es lo opuesto a poner todas las normas del planeta, obligar a estar en una posición rígida. En el aula estar en un asiento mirándose las espaldas entre sí. Hay que llevar a la práctica el concepto de currículum integral, darle otra configuración al aula, cambiar a otra forma de trabajo, con un clima distinto, además, ese clima distinto trasladarlo al hogar. Entonces, buscar estrategias para que la familia sepa lo que está pasando en el aula, y en el aula se sepa y se considere lo que está pasando en la familia.

MCD: Qué le dirías a un profesor o profesora, a diario bombardeado por la violencia, en los medios de comunicación, en su entorno, que la ha naturalizado y que perdió la fe en el cambio, que se hizo escéptico a la idea de construir cultura no violenta o de paz.

MAM: Desde luego, sería una persona que nunca debió elegir ser educador o educadora. Una persona que educa tiene que tener convicción y optimismo. Sin duda que no es fácil, cuando la UNESCO dijo hace muchos años que la paz no es la ausencia de guerra, la paz es cómo se acogen los conflictos, cómo se asumen y se enfrentan, y cómo se resuelven los conflictos. No se trata de ir por la vida cantando “paz, paz, paz” y solucionado el problema, no señor, por eso hablo de ir hacia una cultura que construye la paz.

Si es un padre o una madre y tuvo hijos, hijas, también tiene que tener convicción, no puede ser pesimista, requiere tener convicción sobre cómo quiere educar a su hijo, a su hija y no dejar todo en manos de la escuela, que es lo que habitualmente ocurre. Si ese padre puso una semilla indiscriminadamente, hágase cargo y no se vaya lavando las manos a través de la vida. Hay que entender que en violencia escolar, obviamente todo está relacionado. Todas las personas estamos llamadas a colaborar desde nuestro espacio, por lo mismo, en el ámbito de la escuela se debe entregar capacitación a toda la gente que allí trabaja.

Por cierto, lo primero que hay que hacer es creer en lo que significa educar. Si nunca creemos en otra posibilidad, nunca vamos a cambiar la realidad de la violencia. Además la educación es dinámica, está transformándose permanentemente, entonces no nos podemos quedar estancados en el siglo pasado, tenemos que ir caminando con las transformaciones de todo tipo que están ocurriendo en el día a día.

MCD: María Antonieta, sólo me queda agradecerte, ha sido muy interesante esta conversación donde nos das luces para comprender el tema de la violencia en educación y en la sociedad, te dejo el espacio para que puedas decir unas últimas palabras de cierre

MAM: Como decía Gabriela Mistral, <hay que abrir surcos donde sembrar conocimiento>, es una frase muy importante y muy proyectiva, pues tenemos que abrir esos surcos permanentemente, para que ingrese el buen pensamiento, el sentido del humor, el optimismo, la alegría, el cariño y la amabilidad. En la escuela, nunca olvidar la afectividad, independiente de la diversidad de las personas que están allí, los afectos unen a las personas. Si la escuela donde estoy tiene una línea filosófica determinada y que considero válida, me pongo al servicio de esa filosofía. Si estamos hablando de la educación pública, hay que ponerse al servicio de la sociedad. Y lo mismo con el padre, la madre y la familia, si allí hay respeto, hay democracia, enhorabuena esa familia está aportando para construir una mejor sociedad.